miércoles, 22 de junio de 2011

Leños

¡Todo buen bajo eléctrico depende de la calidad de los leños de los que está hecho! La selección de ingredientes es:
Fresno (ash) para el cuerpo. No el muy tradicional fresno de pantano de norteamérica (swamp ash) blando, cálido, rubusto; Voy a usar el hermanito mayor, el fresno a secas, que es mucho mas duro (y además de ésta variedad sí hay mexicano); perderé en los graves ''llena-huecos'' pero ganaré en brillo. Y ese es el objetivo final, intentar llegar a un buen punto medio entre el robusto sonido de bajo viejo y el brillante de uno moderno. El tipo de construcción que haré es en esencia la tradicional, por lo que probablemente el sonido será mas de bajo anciano, pero no quiero exagerar.

Para el brazo, siendo éste mi primer instrumento, voy a usar la madera mas extendida y probada en la fabricación de esta parte, el arce (maple). Nada especial aquí, sonido neutro, brillante, un poco de la voz única de los instrumentos del rock old-style está en el siempre fiel arce.

Con el diapasón tuve un problema. Las maderas mas recurrentes en la fabricación de diapasones para bajo eléctrico no son precisamente abundantes en el df. Y es que pocas maderas cumplen los requisitos: 
1) Debe ser acústicamente prodigiosa. La mayor parte del sonido de una guitarra o bajo eléctricos, contrario a lo que muchos podrían suponer, depende de las vibraciones que pasan por el brazo; el cuerpo con todo y que sea mas grande y tenga las pastillas dentro de sí, sólo hace una pequeña parte en la definición de la voz; la mayor parte de lo que hace el cuerpo es gracias a la información que le llega del brazo, que es el principal 'recolector' de vibraciones de las cuerdas. Ahora bien, las vibraciones llegan al brazo a través del diapasón... esa pequeña parte de menos de 1cm de espesor determina buena parte del sonido global. Mal diapasón, mal instrumento aunque se usen excelentes maderas en el resto.
2) Debe de ser tan dura como el brazo. (En muchos casos llega a ser incluso mas dura, como el ébano, que rara vez se usa en brazos pero es común en diapasones) El diapasón debe resistir junto al brazo la tensión constante de las cuerdas, sin doblarse excesivamente o romperse. Los refuerzos de fibra de carbón o grafito que se usan en la construcción moderna ayudan, pero no hacen milagros.
3) Debe tener un tacto especial, suave y ligeramente lubricado, que permita a los dedos moverse con soltra. Ya no estamos en los tiempos en que se arruinaba un buen diapasón poníendole barniz.
4) Esto es opcional: la apariencia. El diapasón, a diferencia de la mayor parte del brazo, está al frente del instrumento y sí se ve. ¡Si gastas mucho dinero en un instrumento generalmente querrás que luzca bien!

No encontraba la madera adecuada en piezas sólidas. Nada de mi favorita wenge, nada de palo de rosa (al menos de excelente calidad, como el que usa Spector, o las guitarras acústicas finísimas), nada de pao ferro, ¡Nada de chechen ni corazón púrpura, y son especies de México y centroamerica! El arce funciona (el arce funciona donde sea) pero siempre he sentido una extraña aversión por los diapasones de arce. Simplemente los encuentro feos a la vista. El excesivo brillo chillante del ébano no era lo adecuado para los objetivos acústicos que persigo. ¡Tenía que aventurarme!
Y lo hice. Madera ''quinilla'' de sudamérica. ¿Dureza? es casi igual de densa que mi amado wenge (poco más de 800kg/m3) ¿Tacto? el adecuado: suave. Los dedos se deslizan rápidamente y aún no esta lijada. ¿Apariencia? ya con acabado luce rojiza claro a obscuro y me gusta; la veta se nota poco, creando una apariencia distinta a lo que estoy acostumbrado en un diapasón, pero es linda. ¿Acústica? todo parece indicar que nunca se ha usado en un bajo eléctrico, al menos no por los constructores de reconocimiento internacional. Por generaciones, los fabricantes de instrumentos tradicionales en Perú y zonas cercanas la han usado como una excelente ''tonewood'', y a ese tipo de conocimiento popular basado puramente en lo que funciona y lo que no, es bueno prestarle oídos. El atractivo de ser uno de los primeros que la usa en un bajo es interesante, pero aún dudo... luego pienso que antes ningún fabricante de este tipo de instrumentos conocía las propiedades acústicas del mexicanito chechen; de pronto algunos independientes lo usaron, Modulus tuvo el atrevimiento aventurero de incluirlo en su arsenal de maderas y combinarlo con sus brazos de grafito... y ahora hace bajos de más de 50,000 pesitos con chechen en el diapasón. Vale la pena aventurarse. ¡Tengo mi madera de diapasón!

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